martes, 5 de abril de 2011

Prueba de guitarra Julio Malarino “Experimental”

Desde Buenos Aires, este joven luthier argentino nos presenta una guitarra clásica con más que interesantes señas de identidad. Por Manuel Álvarez Ugarte

El constructor
Julio Malarino (Buenos Aires, 1971) lleva construyendo guitarras profesionalmente desde el año 2000. Sus inicios en el oficio de guitarrero guardan una estrecha relación con su pasado como guitarrista; al advertir que sus instrumentos adolecían de problemas de afinación, calibrado, etc., y frente a la ausencia de especialistas que pudieran arreglárselos, decidió intentarlo solo. Tras maltratar varias guitarras propias conoció al luthier Alex Kriegel, quien le permitió asomarse al mundo de la construcción artesanal de instrumentos y conocer de cerca algunos de sus secretos. Así nació la verdadera vocación y, a través de ella, una búsqueda sin descanso que le conduciría hasta el también luthier y maestro Esteban González, con quien hizo un curso y trabajó como aprendiz en su taller. Él se lo enseñó todo, de punta a punta, según sus propias palabras “con una generosidad extraordinaria”, transmitiéndole asimismo su devoción por el estudio de la acústica musical, la tecnología de la madera y el afán por la investigación; nociones que han convertido a Malarino en un artesano de excepción.

La unión del zoque, los aros de algarro-
bo, la tapa de pino abeto y el jacarandá
del mástil forman una singular paleta
de tonos que, estéticamente, da un
plus de color al conjunto.  
Construcción tacto y sonido
En un reciente viaje a la Argentina tuve la oportunidad de conocer el trabajo de este novel constructor porteño. Como en una distendida charla de café, pero en su taller, Julio Malarino conversó conmigo acerca de su metodología de trabajo y sus experiencias como luthier. Allí mismo vi por primera vez su guitarra clásica de concierto modelo “Experimental”. A simple vista llamó poderosamente mi atención la madera empleada para los aros y el fondo: algarrobo negro, una especie muy poco vista –por no decir nada- en las guitarras fabricadas aquí en España y de la que hablaremos más adelante.
Con el nombre “Experimental”, Malarino se refiere al modelo de guitarras en las que prueba las ideas sobre las que constantemente investiga. “...estas guitarras las construyo para probar ideas nuevas, certificar otras ya conocidas y experimentar lo que se me ocurre. Son todas distintas, he construido algunas con maderas no utilizadas en luthería para probarlas, otras con abanicos armónicos distintos, una en la que utilicé una tapa armónica de alerce (Fitzroya cupressoides) con el corte tangencial (justo lo contrario a lo recomendado) y para compensar esto, manteniendo la calidad del instrumento, diseñé unos espesores extrafinos y un sistema de barras propio que incluía una espineta de palisandro de Bahía, logrando una gran respuesta sonora. Del mismo modo, he construido guitarras con tapas armónicas de excelente módulo de elasticidad, rigidez y velocidad de transmisión sonora a pesar de tener la veta ancha, condición que habitualmente hace descartar la pieza con solo mirarla, para comprobar que a pesar de la distancia entre vetas, la tapa puede funcionar perfectamente (...)”.

La pala, embellecida con una chapa de
palosanto, equipa un clavijero Schaller
de excelente calidad.
De los cinco modelos de guitarras clásicas que construye, la “Experimental” ocupa el escalón más económico, siguiéndole inmediatamente los modelos “Estándar”, “Lujo”, “Super Lujo” y “Especial”, además de otras dos categorías de guitarras flamencas. Contrariamente a lo que el lector podría estar imaginando, la guitarra que nos ocupa en este banco de prueba no es, en términos de sonido, inferior a sus sucesoras. Malarino se las ingenió para crear una línea de instrumentos de concierto de excelente calidad, distanciados en su valor principalmente por detalles de ornamentación y calidad de maderas. Así, con la “Experimental” nos introducimos de lleno en un universo de sonoridades totalmente nuevo aunque respaldado por todos y cada uno de los rasgos que caracterizan a una gran guitarra clásica.
Para empezar, el timbre, bien explorado, ofrece una enorme paleta de colores donde la nota dominante la aportan la calidez y el gran número de texturas a las que da lugar la pulsación en las regiones del mástil, la boca y el puente, destacando especialmente por su belleza las voces medias y graves. Es especialmente buena para articular cambios dinámicos y de timbre. Del mismo modo, para la mano izquierda –aunque esta opinión pueda ser discutida por otros guitarristas- la altura de cuerdas (acción) permite trabajar con total comodidad en toda la extensión del diapasón, que dicho sea de paso, tras comprobar el octavado, presenta una afinación estupenda en todas sus regiones.
Preguntado por lo curioso del sonido de la “Experimental”, Julio nos ofreció información que nos interesa compartir: “...la tapa de pino abeto lleva en su interior un abanico asimétrico que recorta las diferentes frecuencias para lograr un sonido parejo. Los espesores de tapa también son desiguales siendo liviana la zona del centro alrededor del puente (primer modulo de vibración de placas acústicas) y más delgada aún en la periferia (como en la construcción de violines). Lleva una barra fija por debajo del diapasón y una aérea a la altura del comienzo de la boca, esto tiene por intención otorgarle mayor superficie de vibración a la tapa.
Para el fondo, algarrobo en tres partes. La parte central consta de dos chapas finas que al estar laminadas aportan mucha más estructura y permiten hacerlo delgado. Los aros son dobles, uno interno de nogal y otro externo de algarrobo, con la intención de aportar mayor estructura y rigidez para que la tapa pueda moverse con mayor facilidad. Asimismo, los aros están invertidos con el propósito de acercar el punto de apoyo al brazo derecho del ejecutante. Esta inversión mantiene el volumen de aire interno del resonador con respecto a la superficie de la boca (...)”.
En el plano estético, la “Experimental” es todo sobriedad: las cenefas con su doble ribete en la tapa los aros y el fondo dan cuenta del discreto espíritu de su autor, lo mismo que la roseta y el diseño de la pala, que recuerda remotamente al de las guitarras de Ignacio Fleta. Para terminar, el acabado practicado en la “Experimental” ha sido de poliuretano en capas muy finas, lo que garantiza protección para las maderas al tiempo que una optima vibración de las mismas. 
    
Conclusión
En el modelo “Experimental” se aprecia el trabajo de un luthier delicado y a la vez preocupado por encontrar una identidad sonora que lo represente. Un instrumento con una excelente relación de calidad-precio que rompe además con los estándares a los que estamos acostumbrados. Los que queráis conocer más de cerca la labor de este constructor argentino, tanto en su faceta de guitarrero como así también en la de docente de esta materia, no dejéis de visitar la web de su escuela-taller: www.elvirutero.com.ar    

Información complementaria de interés

Detalle del fondo de algarrobo negro
El algarrobo
El algarrobo negro, también conocido como prosopis nigra, algarrobo dulce, algarrobo morado o algarrobo amarillo tiene como región de distribución geográfica la Sudamérica templada. La madera es generalmente fibrosa e irregular. Su color varía de un amarillo marmóreo a un tono rojo fuego, los anillos están bien demarcados y el duramen de color es claro a oscuro café con vetas pronunciadas. El color de la albura es distinto al color del duramen, se le puede dar muy buen lustre y ha sido comparada con el nogal, el palo rosa y la caoba. Entre sus atributos destacan su dureza y durabilidad. Gracias a su riqueza en tanino, es capaz de resistir una prolongada exposición a la intemperie como así también la inmersión en agua o ubicación bajo tierra. Una vez seca, presume de gran estabilidad volumétrica, no presenta movimientos y sólo necesita tres meses de estacionamiento.
Además de su empleo en luthería, el mayor uso que se le ha dado a esta madera es el de combustible. Antiguamente se la utilizaba en locomotoras, calderas industriales y minería. En la actualidad, en áreas rurales todavía se la utiliza para cocinas y calefactores. Es un combustible de alta calidad que tiene un gran valor calórico y produce pocas cenizas. Su carbón tiene un rendimiento aproximado del 20%. Debido a su duración en contacto con el suelo, esta madera también ha sido utilizada en postes de alambrados. Del mismo modo, en carpintería de obra, para la construcción de marcos, puertas, ventanas, parquet, tirantes, etc. El primer pavimento que se utilizó en las calles de San Antonio, Texas, fue de bloques de madera de algarrobo. Igualmente, las principales avenidas de Buenos Aires, Argentina, estaban adoquinadas con cubos de madera de algarrobo colocados sobre arena y cubiertos con una fina capa de alquitrán. La superficie resultante era durable, suave y absorbía los ruidos. También en carpintería rural ha sido utilizado para la fabricación de mangas, bretes, carros, barriles, casillas de operar, construcciones y viviendas. Se han encontrado vigas de más de 300 años en perfecto estado. No está protegido bajo las normas CITES.

Características
Julio Malarino “Experimental”

Precio: € 1000
Origen: Buenos Aires, Argentina
Tapa: pino abeto alemán 
Aros: algarrobo negro y nogal (dobles)
Fondo: algarrobo negro
Mástil: cedro colorado
Diapasón: jacarandá de Bolivia
Trastes: alpaca
Clavijero: Schaller dorado
Acabado: poliuretano
Estuche: no
Contacto: (+5411) 4761 5121 / julio@malarinoluthier.com.ar / www.malarinoluthier.com.ar

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