martes, 30 de septiembre de 2014

Prueba de guitarra Anselmo Jaramillo "Clásica"

De uno de los grandes guitarreros hispanoamericanos de la actualidad, una muestra de su delicado trabajo. Por Manuel Álvarez Ugarte 

Don Anselmo en su taller de Santiago de Chile
Anselmo Jaramillo Guajardo nació en la Región de los Lagos, Valdivia (Chile). Con origen en una humilde familia rural, sus primeras labores fueron los trabajos en el campo, hasta que a los 17 años decide emigrar a Santiago, capital del país. Allí conoce por primera vez el trabajo de algunos luthiers, lo que le anima a iniciarse en el oficio de constructor de guitarras. En 1967 construye su primer ejemplar y desde entonces su trabajo no ha sido otro que el de dedicar sus días a la confección de instrumentos de cuerda pulsada. Además de guitarras, Jaramillo construye arpas, rabeles, charangos, ronrocos, guitarrones chilenos y, desde hace algún tiempo, un instrumento de creación propia: el Copihuelo.

Construcción tacto y sonido
Ponemos toda nuestra atención en el trabajo de uno de los luthiers hispanoamericanos de mayor peso de la actualidad, Don Anselmo Jaramillo. La buena fama del artesano chileno queda comprobada tras la prueba de este nuevo modelo. La guitarra clásica que hoy nos ocupa tiene un tiro (largo de cuerdas definido por los puntos de apoyo del puente y la selleta) de 660 mm. La mayor vibración de la cuerda se traduce, en esta guitarra, en una mejor capacidad emisora, consecuencia directa del aumento en la distancia nodal. También, sus dimensiones encuentran variantes en comparación con otros ejemplares semejantes. Las más visibles: el diámetro de la boca (92 mm, cuando lo habitual es 86) y la forma de la plantilla (un poco más grande de lo acostumbrado). Estas diferencias en el formato nos permiten deducir que Jaramillo ha encontrado, a la fecha, posiblemente la mejor manera de sacar partido de esta nueva forma de construir: introduciendo su personalidad.

Detalle de la pala característica durante el proceso de
construcción
Se trata de un instrumento que saca sobresaliente en sonido, afinación, timbre y estética. El más acertado de todos sus atributos se encuentra sin duda en lo que llamamos “color” del sonido. Este atributo del timbre es el que nos guía habitualmente por los diferentes aspectos de la pesquisa. Es quien nos advierte de si aquello que esperamos que suene de una determinada manera lo hace o no, el que ayuda a detectar “lobos” o notas muertas y, lo más significativo, quien hace de la sonoridad del instrumento un punto de partida para la percepción de aquello que deseemos tocar. Si el timbre es cálido, el color debería permitir la articulación de colores contrastados y viceversa. En ese sentido, la “Clásica” de Jaramillo saca matrícula de honor tras el exhaustivo y riguroso examen al que la hemos sometido. Deudora asimismo de la escuela tradicional española, yuxtapone a su potente caudal y sus modernos atributos sonoros, el encanto de ese sonido poético característico, presente en las primeras guitarras de concierto de Vicente Arias, Santos Hernández y Francisco Simplicio.

El paseo por los veinte trastes de alpaca alemana resulta, además de afinado, muy cómodo debido al espesor del mástil, que favorece los desplazamientos en toda su extensión.
Incluso estéticamente hablando, Anselmo Jaramillo, pragmático, ha comprendido, como tantos otros luthiers, que en la sobriedad muchas veces está la clave del éxito. A las exquisitas especies que ofician de materia prima en este instrumento: palosanto de India en aros, fondo, puente y pala; pino abeto alemán de primera en la tapa armónica; cedro de Honduras y ébano en el conjunto mástil-diapasón, detalles como la delicada roseta, el diseño de la cabeza o las precisas cenefas que incluso en el mástil refuerzan el cedro hondureño, dan cuenta de su dilatada experiencia como ebanista.
Por último, el barniz de goma laca, aplicado a muñequilla por el mismo constructor, no enmascara con tintes artificiales el bello color de las maderas al tiempo que otorga la ya conocida libertad de movimientos a la tapa armónica. Ideal para la articulación de dinámicas y matices.

Conclusión
Una vez más, desde el lejano sur, el más hispano de los instrumentos nos recuerda la grandeza de la escuela que, al otro lado del charco, continúa alimentando el sueño creativo de miles de guitarristas. Desde aquí, los aplaudimos con alegría y esperanza. Los interesados en conocer más a Anselmo Jaramillo en su faceta de luthier y docente, no debéis dejar de visitar su Web.

Características
Anselmo Jaramillo “Clásica”

Precio: consultar al constructor a través de la información de contacto
Origen: Santiago, Chile
Tapa: pino abeto alemán 1ª macizo
Aros y fondo: palosanto de India 1ª 
Mástil: cedro de Honduras
Diapasón: ébano
Trastes: alpaca
Clavijero: Fustero
Acabado: goma laca a muñequilla
Contacto: guitarrascopihuelo@gmail.com